REDEPAZ - Red Nacional de Iniciativas Ciudadanas por la Paz y Contra la Guerra
PAGINA PRINCIPAL
Busque en este sitio:
Busqueda por Mesas:

 


 

Cumbre de las Autoridades Locales por la Democracia, la Vida, el Diálogo y la Paz
BOGOTÁ D.C., AGOSTO 2 DEL 2002


LUIS PÉREZ GUTIERREZ
Alcalde de Medellín.

Darle en primera instancia las gracias a Redepaz por haber hecho este esfuerzo de convocar una reunión tan importante en este momento crucial que vive el país y que nuevamente el diálogo requiere unas voces fuertes que equilibren el ambiente que se ha enrarecido en el país y a ustedes muchas gracias también por esta compañía.

El viernes pasado tuvimos en San Andrés y Providencia una reunión de Alcaldes sobre todo de aquellos que han sufrido esa guerra de terrorismo y de papel que desataron las Farc contra las autoridades locales. Me impactó mucho que en todas las reuniones de alcaldes anteriores, teníamos vendedores y mercaderistas de productos como computadores, rellenos sanitarios, y en fin, todo lo que tenía que ver con la inversión social de los municipios. El viernes pasado hubo un cambio total entre quienes se dedican al comercio, todo lo que se veía publicitado en esta reunión tenía que ver con chalecos antibalas, con carros blindados, con seguros de vida, eso muestra cómo cambia el escenario colombiano en muy corto tiempo y se observa que en la vida moderna todo es un negocio y para todo hay clientes, inclusive para la guerra. En esa reunión se discutió largamente sobre cuál debería ser la actitud de los alcaldes frente a este nuevo gobierno y frente a esa eterna discusión que se ha dado en el país entre diálogo nacional y los mal llamados diálogos regionales que en el fondo son diálogos municipales. Por eso queríamos hoy en esta reunión tocar únicamente dos puntos: el primero es cuál es la propuesta concreta de la Federación Colombiana de Municipios dada en esa fecha y segundo dejarles a ustedes a consideración una propuesta de paz que voy a presentar la próxima semana para Medellín y su área metropolitana que puede tener algún interés de carácter nacional.

En su gran mayoría los alcaldes han aceptado que los diálogos municipales o llamados regionales, no han traído ni van a traer las realizaciones que se esperarían en este proceso y que tampoco un diálogo nacional unificado podría tener unos resultados positivos para el país, por eso la Federación le ha presentado un documento al Señor Presidente Álvaro Uribe en el sentido de sugerirle proceder a hacer una división territorial del conflicto de tal manera que el país sea dividido en unas zonas o territorios donde el conflicto tenga similitudes y pueda ser tratado de una forma homogénea y de esta manera establecer unos diálogos zonales por utilizar cualquier nombre, diálogos zonales que deberían estar obviamente bajo una política nacional, con la participación de dirigentes territoriales, es decir, de alcaldes, gobernadores o concejales, diputados, u otros dirigentes que puedan pertenecer a la zona en la cual hay similitud del conflicto. Estos diálogos que los alcaldes estamos sugiriendo, tienen obviamente condicionamientos, primero que no se puede pastranizar a Uribe, es decir, no podemos pedirle al Presidente Uribe que los diálogos se inicien sin ningún tipo de condicionamiento que favorezca a la ciudadanía como puede ser un cese al fuego o un cese a los secuestros, en fin, ese es un asunto que habría que discutir después. Tampoco creemos que esos diálogos pueden iniciarse con una silla vacía es decir, creemos que el nuevo gobierno tiene que darse cuenta si la silla está ocupada o si la silla está vacía, porque de lo contrario no habría ningún tipo de avance en este proceso de diálogo. Y nos parece también importante esta división territorial del conflicto porque eso podría llevar a que también los que están alzados en armas tengan la obligatoriedad de empezar a tener una visión integral del país. Por la caguanización que se le dio a los diálogos prácticamente se quería resolver un problema del país solamente en un solo lugar de Colombia y a veces uno ve que la guerrilla por sí misma no tiene un concepto integral del país y si dividimos territorialmente el conflicto ellos tendrían que hacer un gran esfuerzo para organizarse y empezar a pensar qué pasa en la Costa Atlántica, en la Pacífica, qué pasa en el sur en el centro del país, qué pasa en Antioquia. Yo decía hiláricamente, de una forma metafórica que la toalla de Tirofijo era de agua dulce porque en el fondo no existe un conocimiento integral del conflicto por parte de la guerrilla sino que a veces hay un Secretariado General que únicamente manda órdenes para todo el país. Nos parece que esa división territorial del conflicto puede traer unas ventajas importantes y refresca un poco la discusión sobre si un diálogo nacional puntual extremo o diálogos municipales regados por todo el país sin conocimiento de la nación y sin una ayuda económica y política para resolver el conflicto.

El segundo punto y último que yo quería dejar en esta reunión es el tema de Medellín y el Valle del Aburrá. Medellín es tal vez la primera ciudad de Colombia que ha lanzado un SOS y que desde hace más de un año viene haciendo público que el conflicto en el país se urbanizó. Nosotros en la ciudad de Medellín que hemos sufrido todos los rigores de todas las guerras de Colombia y recientemente la guerra del narcotráfico, luego la guerra de las bandas y ahora la urbanización del conflicto, queremos iniciar un proceso de paz que eventualmente si es exitoso pueda tener algún tipo de ayuda a la solución de otros conflictos en Colombia. En la ciudad de Medellín hemos venido recuperando el territorio y hoy podríamos decir que la situación del territorio de Medellín y su área metropolitana es como sigue: un 80 o 90% del territorio se encuentra en paz, al igual que todas las ciudades del mundo posiblemente le meterán a uno la mano al bolsillo pero ese es un asunto común en todas las ciudades del mundo y tenemos en particular tres zonas, tres barrios de la ciudad donde se ha agudizado el conflicto y están todos ellos en la periferia de Medellín o de su área metropolitana. El primer conflicto muy mencionado en Colombia es un barrio que se llama Belencito y su entorno donde la policía está tratando de llegar y que llevaba más de 10 o 12 años sin poner orden en el territorio, hoy la policía tiene alrededor el control de un 50% de ese sector, pero siguen los conflictos de Farc, de ELN y unos jóvenes que se llaman Comandos Armados del Pueblo (CAP). El segundo sector en conflicto en la ciudad de Medellín es la parte alta de Santo Domingo Sabio donde hay un enfrentamiento permanente, una pelea permanente de ELN, Farc y Paramilitares y el tercer lugar en conflicto es la Comuna Noroccidental parte alta, las partes altas, las partes bajas están completamente en paz. El barrio París cerca de Bello en donde ha habido un conflicto entre Farc y paramilitares y según tengo información en ese sector los paramilitares han venido desplazando totalmente el sector de las Farc. O sea que la ciudad tienen tres sectores claramente identificados de conflicto y por eso nosotros queremos proponer el siguiente Plan de Paz apoyados en que Medellín y su área metropolitana pueden ser un buen lugar de experimento de paz debido a que casi todos los problemas objetivos de la violencia se han venido superando. Medellín tiene ahora cubrimiento en el 100% en energía, tiene cubrimiento del ciento por ciento en educación, no hay un solo niño que no tenga cupo escolar hoy, inclusive la próxima semana vamos a iniciar una modalidad que se va a llamar Educación Obligatoria es decir que todo niño menor de quince años que no quiere estudiar y este por ahí por las calles o en la delincuencia lo vamos a recoger a las buenas o a las malas y lo vamos a llevar a una granja escuela y lo vamos a poner a estudiar para que se vuelva buen ciudadano. Tenemos cobertura del 100% en primer nivel de salud, tenemos el 99% en cobertura en agua potable y 99% de cobertura en alcantarillado. Fuera de eso le repartimos a los niños 128.000 almuerzos diarios a los más pobres y acabamos de crear un programa que le va a repartir a los 400.000 niños de primaria y secundaria un vaso de leche con un bocadillo diariamente, lo cual ustedes se pueden imaginar que es una tarea absolutamente descomunal. Entonces nosotros queremos, aprovechando este escenario de mejoramiento de inversión social, hacer la siguiente propuesta: conformar una comisión de paz por cada una de las zonas de los tres barrios de la ciudad que están en conflicto, proponerle a estos alzados en armas, lo cual obviamente requerirá conversaciones con los agentes nacionales, que se sometan a un proceso de reeducación durante 12 meses, nosotros le pagaríamos a estos alzados en armas durante estos doce meses un salario mensual de $1.000.000 de pesos como un asunto de excepción mientras ellos se van involucrando mediante el proceso de reeducación en una actividad productiva, luego de esos doce meses nosotros abriríamos unos puestos de trabajo también con un salario garantizado por diez o quince años en actividades productivas de tal manera que en esas tres zonas de la ciudad podamos primero obtener armonía social terminar los procesos de inversión social que se requieran para lo cual tenemos los recursos y volver a dinamizar el tema del empleo, para darle empleo para los que hoy están sin el y se han comportado adecuadamente. Este es un proceso obviamente complejo es un proceso que se necesita un corazón gigante, más que grande para no parecer Uribista, más que grande se necesita un corazón gigante de comprensión de entender que si nosotros no resolvemos este problema de la violencia nos solo en Medellín sino en Colombia no habrá empleo los que hoy llevan cinco o seis meses o dos años sin conseguir empleo si la guerra sigue se van a demorar diez o quince años mas; y son nuevos los que van a estar desempleados. Este plan de paz va a requerir dinero y va a requerir algunos ajustes jurídicos. He hablado esto verbalmente con el Presidente Uribe y el esta de acuerdo en que si un proceso como estos de paz funciona estaría dispuesto a solucionar problemas jurídicos y estría dispuesto a solucionar algunos problemas de carácter económico. Este proyecto de paz lo vamos a presentar, nosotros vamos a tener la Feria de las Flores del 2 al 11 de Agosto, a partir del 12 o 13 de Agosto voy a citar a unas sesiones extras del Concejo y voy a proponer este proceso de paz al Concejo que a su vez va sumado a llevar a la ciudad de Medellín 2000 nuevos policías que también impongan el orden donde vamos arreglando los problemas de violencia. Esos 2000 nuevos policías por primera vez en Colombia van a estar cofinanciados por el gobierno municipal. Ustedes saben que hoy la policía nacional es pagada por el gobierno central, yo le he propuesto al Presidente Uribe y el lo ha aceptado, que llevemos 2000 nuevos policías que con dotación y con todos los implementos cuestan aproximadamente 28 mil millones de pesos, 50% gobierno nacional 50% gobierno municipal y además esto fuera de ayudarnos a pacificar mediante todos los procesos con inversión social con diálogo con una autoridad visible no con autoridades invisibles, podríamos rápidamente buscar poner al menos un territorio que bajo varios aspectos busca la paz en el país.
Nosotros vamos a radicar este proyecto de acuerdo con un pequeño documento que yo voy a llamar Compro la Guerra y allí vamos a presentar un estudio, un estudio que hicimos sobre los costos de la guerra en Colombia y los costos de la guerra en Antioquia. Un tema que vale la pena para terminar, decírselo a ustedes es que hicimos los costos de la guerra desde el año 1995 hasta el año 2000 y lo comparamos con el Producto Interno Bruto. En 1995 lo que nosotros llamamos los costos de la guerra eran el 0.1% del PIB, en el 96 subió al 1% del PIB en el 97 subió al 1.3% del PIB, en el 98 los costos de la guerra eran el 3.56% del Producto Interno Bruto, en el 99 fueron del 4.15% del PIB y en el 2000 el 6.22% del Producto Interno Bruto. O sea que no hay guerra barata, los costos de la guerra están por encima de cualquier esfuerzo que hagamos para superarla sin tener que recurrir a hacer estos gastos tan impresionantes que ustedes podrán ver en este documento. Yo creo que hemos derramado tanta sangre que poca sangre nos queda para la guerra, hemos sufrido tanto que poco sufrimiento nos queda para la guerra, por eso tenemos que seguir agotando todas las posibilidades que se nos ocurran, hay que desempolvar la imaginación para que de verdad podamos resolver este conflicto colombiano sin derramar tanta sangre y sin tener que gastarnos todo el dinero público que debe ser para la gente y para la inversión social, y nosotros solamente en armas y municiones.

Muchísimas gracias.

 

 

 

OFICINA CENTRAL: Bogotá, D.C. Carrera 16 Nº 39 A- 99. Telefonos: 3406061 - 3406063 - 2459301 - 2459303 - Línea Gratuita 980011729 - Cel. 2228839.