LUIS
PÉREZ GUTIERREZ
Alcalde de Medellín.
Darle
en primera instancia las gracias a Redepaz por haber hecho
este esfuerzo de convocar una reunión tan importante
en este momento crucial que vive el país y que nuevamente
el diálogo requiere unas voces fuertes que equilibren
el ambiente que se ha enrarecido en el país y a ustedes
muchas gracias también por esta compañía.
El
viernes pasado tuvimos en San Andrés y Providencia
una reunión de Alcaldes sobre todo de aquellos que
han sufrido esa guerra de terrorismo y de papel que desataron
las Farc contra las autoridades locales. Me impactó
mucho que en todas las reuniones de alcaldes anteriores,
teníamos vendedores y mercaderistas de productos
como computadores, rellenos sanitarios, y en fin, todo lo
que tenía que ver con la inversión social
de los municipios. El viernes pasado hubo un cambio total
entre quienes se dedican al comercio, todo lo que se veía
publicitado en esta reunión tenía que ver
con chalecos antibalas, con carros blindados, con seguros
de vida, eso muestra cómo cambia el escenario colombiano
en muy corto tiempo y se observa que en la vida moderna
todo es un negocio y para todo hay clientes, inclusive para
la guerra. En esa reunión se discutió largamente
sobre cuál debería ser la actitud de los alcaldes
frente a este nuevo gobierno y frente a esa eterna discusión
que se ha dado en el país entre diálogo nacional
y los mal llamados diálogos regionales que en el
fondo son diálogos municipales. Por eso queríamos
hoy en esta reunión tocar únicamente dos puntos:
el primero es cuál es la propuesta concreta de la
Federación Colombiana de Municipios dada en esa fecha
y segundo dejarles a ustedes a consideración una
propuesta de paz que voy a presentar la próxima semana
para Medellín y su área metropolitana que
puede tener algún interés de carácter
nacional.
En
su gran mayoría los alcaldes han aceptado que los
diálogos municipales o llamados regionales, no han
traído ni van a traer las realizaciones que se esperarían
en este proceso y que tampoco un diálogo nacional
unificado podría tener unos resultados positivos
para el país, por eso la Federación le ha
presentado un documento al Señor Presidente Álvaro
Uribe en el sentido de sugerirle proceder a hacer una división
territorial del conflicto de tal manera que el país
sea dividido en unas zonas o territorios donde el conflicto
tenga similitudes y pueda ser tratado de una forma homogénea
y de esta manera establecer unos diálogos zonales
por utilizar cualquier nombre, diálogos zonales que
deberían estar obviamente bajo una política
nacional, con la participación de dirigentes territoriales,
es decir, de alcaldes, gobernadores o concejales, diputados,
u otros dirigentes que puedan pertenecer a la zona en la
cual hay similitud del conflicto. Estos diálogos
que los alcaldes estamos sugiriendo, tienen obviamente condicionamientos,
primero que no se puede pastranizar a Uribe, es decir, no
podemos pedirle al Presidente Uribe que los diálogos
se inicien sin ningún tipo de condicionamiento que
favorezca a la ciudadanía como puede ser un cese
al fuego o un cese a los secuestros, en fin, ese es un asunto
que habría que discutir después. Tampoco creemos
que esos diálogos pueden iniciarse con una silla
vacía es decir, creemos que el nuevo gobierno tiene
que darse cuenta si la silla está ocupada o si la
silla está vacía, porque de lo contrario no
habría ningún tipo de avance en este proceso
de diálogo. Y nos parece también importante
esta división territorial del conflicto porque eso
podría llevar a que también los que están
alzados en armas tengan la obligatoriedad de empezar a tener
una visión integral del país. Por la caguanización
que se le dio a los diálogos prácticamente
se quería resolver un problema del país solamente
en un solo lugar de Colombia y a veces uno ve que la guerrilla
por sí misma no tiene un concepto integral del país
y si dividimos territorialmente el conflicto ellos tendrían
que hacer un gran esfuerzo para organizarse y empezar a
pensar qué pasa en la Costa Atlántica, en
la Pacífica, qué pasa en el sur en el centro
del país, qué pasa en Antioquia. Yo decía
hiláricamente, de una forma metafórica que
la toalla de Tirofijo era de agua dulce porque en el fondo
no existe un conocimiento integral del conflicto por parte
de la guerrilla sino que a veces hay un Secretariado General
que únicamente manda órdenes para todo el
país. Nos parece que esa división territorial
del conflicto puede traer unas ventajas importantes y refresca
un poco la discusión sobre si un diálogo nacional
puntual extremo o diálogos municipales regados por
todo el país sin conocimiento de la nación
y sin una ayuda económica y política para
resolver el conflicto.
El
segundo punto y último que yo quería dejar
en esta reunión es el tema de Medellín y el
Valle del Aburrá. Medellín es tal vez la primera
ciudad de Colombia que ha lanzado un SOS y que desde hace
más de un año viene haciendo público
que el conflicto en el país se urbanizó. Nosotros
en la ciudad de Medellín que hemos sufrido todos
los rigores de todas las guerras de Colombia y recientemente
la guerra del narcotráfico, luego la guerra de las
bandas y ahora la urbanización del conflicto, queremos
iniciar un proceso de paz que eventualmente si es exitoso
pueda tener algún tipo de ayuda a la solución
de otros conflictos en Colombia. En la ciudad de Medellín
hemos venido recuperando el territorio y hoy podríamos
decir que la situación del territorio de Medellín
y su área metropolitana es como sigue: un 80 o 90%
del territorio se encuentra en paz, al igual que todas las
ciudades del mundo posiblemente le meterán a uno
la mano al bolsillo pero ese es un asunto común en
todas las ciudades del mundo y tenemos en particular tres
zonas, tres barrios de la ciudad donde se ha agudizado el
conflicto y están todos ellos en la periferia de
Medellín o de su área metropolitana. El primer
conflicto muy mencionado en Colombia es un barrio que se
llama Belencito y su entorno donde la policía está
tratando de llegar y que llevaba más de 10 o 12 años
sin poner orden en el territorio, hoy la policía
tiene alrededor el control de un 50% de ese sector, pero
siguen los conflictos de Farc, de ELN y unos jóvenes
que se llaman Comandos Armados del Pueblo (CAP). El segundo
sector en conflicto en la ciudad de Medellín es la
parte alta de Santo Domingo Sabio donde hay un enfrentamiento
permanente, una pelea permanente de ELN, Farc y Paramilitares
y el tercer lugar en conflicto es la Comuna Noroccidental
parte alta, las partes altas, las partes bajas están
completamente en paz. El barrio París cerca de Bello
en donde ha habido un conflicto entre Farc y paramilitares
y según tengo información en ese sector los
paramilitares han venido desplazando totalmente el sector
de las Farc. O sea que la ciudad tienen tres sectores claramente
identificados de conflicto y por eso nosotros queremos proponer
el siguiente Plan de Paz apoyados en que Medellín
y su área metropolitana pueden ser un buen lugar
de experimento de paz debido a que casi todos los problemas
objetivos de la violencia se han venido superando. Medellín
tiene ahora cubrimiento en el 100% en energía, tiene
cubrimiento del ciento por ciento en educación, no
hay un solo niño que no tenga cupo escolar hoy, inclusive
la próxima semana vamos a iniciar una modalidad que
se va a llamar Educación Obligatoria es decir que
todo niño menor de quince años que no quiere
estudiar y este por ahí por las calles o en la delincuencia
lo vamos a recoger a las buenas o a las malas y lo vamos
a llevar a una granja escuela y lo vamos a poner a estudiar
para que se vuelva buen ciudadano. Tenemos cobertura del
100% en primer nivel de salud, tenemos el 99% en cobertura
en agua potable y 99% de cobertura en alcantarillado. Fuera
de eso le repartimos a los niños 128.000 almuerzos
diarios a los más pobres y acabamos de crear un programa
que le va a repartir a los 400.000 niños de primaria
y secundaria un vaso de leche con un bocadillo diariamente,
lo cual ustedes se pueden imaginar que es una tarea absolutamente
descomunal. Entonces nosotros queremos, aprovechando este
escenario de mejoramiento de inversión social, hacer
la siguiente propuesta: conformar una comisión de
paz por cada una de las zonas de los tres barrios de la
ciudad que están en conflicto, proponerle a estos
alzados en armas, lo cual obviamente requerirá conversaciones
con los agentes nacionales, que se sometan a un proceso
de reeducación durante 12 meses, nosotros le pagaríamos
a estos alzados en armas durante estos doce meses un salario
mensual de $1.000.000 de pesos como un asunto de excepción
mientras ellos se van involucrando mediante el proceso de
reeducación en una actividad productiva, luego de
esos doce meses nosotros abriríamos unos puestos
de trabajo también con un salario garantizado por
diez o quince años en actividades productivas de
tal manera que en esas tres zonas de la ciudad podamos primero
obtener armonía social terminar los procesos de inversión
social que se requieran para lo cual tenemos los recursos
y volver a dinamizar el tema del empleo, para darle empleo
para los que hoy están sin el y se han comportado
adecuadamente. Este es un proceso obviamente complejo es
un proceso que se necesita un corazón gigante, más
que grande para no parecer Uribista, más que grande
se necesita un corazón gigante de comprensión
de entender que si nosotros no resolvemos este problema
de la violencia nos solo en Medellín sino en Colombia
no habrá empleo los que hoy llevan cinco o seis meses
o dos años sin conseguir empleo si la guerra sigue
se van a demorar diez o quince años mas; y son nuevos
los que van a estar desempleados. Este plan de paz va a
requerir dinero y va a requerir algunos ajustes jurídicos.
He hablado esto verbalmente con el Presidente Uribe y el
esta de acuerdo en que si un proceso como estos de paz funciona
estaría dispuesto a solucionar problemas jurídicos
y estría dispuesto a solucionar algunos problemas
de carácter económico. Este proyecto de paz
lo vamos a presentar, nosotros vamos a tener la Feria de
las Flores del 2 al 11 de Agosto, a partir del 12 o 13 de
Agosto voy a citar a unas sesiones extras del Concejo y
voy a proponer este proceso de paz al Concejo que a su vez
va sumado a llevar a la ciudad de Medellín 2000 nuevos
policías que también impongan el orden donde
vamos arreglando los problemas de violencia. Esos 2000 nuevos
policías por primera vez en Colombia van a estar
cofinanciados por el gobierno municipal. Ustedes saben que
hoy la policía nacional es pagada por el gobierno
central, yo le he propuesto al Presidente Uribe y el lo
ha aceptado, que llevemos 2000 nuevos policías que
con dotación y con todos los implementos cuestan
aproximadamente 28 mil millones de pesos, 50% gobierno nacional
50% gobierno municipal y además esto fuera de ayudarnos
a pacificar mediante todos los procesos con inversión
social con diálogo con una autoridad visible no con
autoridades invisibles, podríamos rápidamente
buscar poner al menos un territorio que bajo varios aspectos
busca la paz en el país.
Nosotros vamos a radicar este proyecto de acuerdo con un
pequeño documento que yo voy a llamar Compro la Guerra
y allí vamos a presentar un estudio, un estudio que
hicimos sobre los costos de la guerra en Colombia y los
costos de la guerra en Antioquia. Un tema que vale la pena
para terminar, decírselo a ustedes es que hicimos
los costos de la guerra desde el año 1995 hasta el
año 2000 y lo comparamos con el Producto Interno
Bruto. En 1995 lo que nosotros llamamos los costos de la
guerra eran el 0.1% del PIB, en el 96 subió al 1%
del PIB en el 97 subió al 1.3% del PIB, en el 98
los costos de la guerra eran el 3.56% del Producto Interno
Bruto, en el 99 fueron del 4.15% del PIB y en el 2000 el
6.22% del Producto Interno Bruto. O sea que no hay guerra
barata, los costos de la guerra están por encima
de cualquier esfuerzo que hagamos para superarla sin tener
que recurrir a hacer estos gastos tan impresionantes que
ustedes podrán ver en este documento. Yo creo que
hemos derramado tanta sangre que poca sangre nos queda para
la guerra, hemos sufrido tanto que poco sufrimiento nos
queda para la guerra, por eso tenemos que seguir agotando
todas las posibilidades que se nos ocurran, hay que desempolvar
la imaginación para que de verdad podamos resolver
este conflicto colombiano sin derramar tanta sangre y sin
tener que gastarnos todo el dinero público que debe
ser para la gente y para la inversión social, y nosotros
solamente en armas y municiones.
Muchísimas
gracias.