La
democracia en Colombia está en peligro.
Un
grupo de colombianas y colombianos, provenientes de
grupos políticos, movimientos sociales y organizaciones
no-gubernamentales de diversos orígenes y creencias,
nos hemos reunido para conformar una CONFLUENCIA POR
LA DEMOCRACIA Y CONTRA LA GUERRA, sobre la base de dos
ideas centrales: la defensa del estado social y democrático
de derecho y el rechazo contundente a la guerra en todas
sus formas y manifestaciones.
Por
un lado, los grupos insurgentes en su pretensión
de llevar la guerra a las ciudades y de atacar la democracia
local, están incurriendo en acciones abiertamente
terroristas que constituyen crímenes de lesa
humanidad, alejan las posibilidades de la solución
negociada al conflicto armado y crean un clima de miedo
e intimidación generalizado, propicio a la "mano
dura" y al autoritarismo. Prácticas sistemáticas
como el secuestro, la siembra de minas antipersonales
y el uso de cilindros y carros-bomba desconocen las
más mínimas normas humanitarias y contribuyen
a su aislamiento político.
Por
su parte, el gobierno del Presidente Uribe pretende
desmontar los avances constitucionales de 1991 referentes
a los derechos fundamentales, la división de
los poderes, la independencia de la justicia y el control
constitucional; para lo cual ha presentado varias propuestas
legislativas que se traducen en una grave amenaza contra
los principios democráticos que rigen nuestro
Estado Social de Derecho. Su programa de "seguridad
democrática" y las medidas dictadas bajo
la conmoción interior -declarada inexequible
por la Corte Constitucional- como las llamadas "zonas
de rehabilitación" y la red de informantes,
involucran directamente a la población civil
en las hostilidades, en contravía del derecho
internacional humanitario y demuestran su ineficacia
para derrotar a los violentos. Mientras tanto, la presencia
creciente de tropas norteamericanas atiza el espiral
de la guerra.
La
Confluencia reconoce y acompaña todo esfuerzo
e iniciativa encaminada a solucionar el conflicto armado
por la vía del diálogo y la negociación,
sin detrimento del monopolio y uso legítimo de
la fuerza por parte del Estado. En tal sentido, llamamos
la atención del país y del gobierno nacional
para que el proceso de diálogo y negociación
con las "autodefensas" se dirija hacia el
desmonte efectivo del paramilitarismo y sus redes de
apoyo, como también al esclarecimiento de la
verdad sobre las atrocidades cometidas, el grado de
corresponsabilidad estatal y a la reparación
y justicia para con las víctimas; de esta manera
se estaría contribuyendo a la paz duradera. Hasta
ahora, este proceso no tiene tal orientación,
ni participación social, y parece encaminarse
hacia la impunidad, tal como se deriva del Decreto 128
de 2003.
La
población colombiana requiere urgentemente seguridad.
Por ello, nos comprometemos a impulsar una seguridad
humana integral, basada en la legitimidad de las instituciones
y un orden social justo, construida colectivamente en
el más amplio pluralismo, que proteja y beneficie
a todos y todas en los ámbitos público
y privado.
Rechazamos
el uso de la violencia en todas sus formas, la lucha
armada como instrumento para alcanzar una sociedad mejor,
la guerra como mecanismo prioritario para resolver el
conflicto social y político, y en particular
el terrorismo. Decir no a la guerra es repudiar las
violaciones a los derechos humanos y al derecho humanitario
cometidas por guerrilleros, paramilitares y agentes
estatales, así como rechazar las guerras "preventivas"
para enfrentar al terrorismo a nivel internacional.
Propenderemos
por la consolidación de nuestra aún débil
y precaria democracia para asegurar la realización
integral de los derechos económicos, sociales,
culturales y ambientales, en un clima de tolerancia
y pluralismo, y la convocatoria a un esfuerzo mancomunado
de millones de colombianos y colombianas para asegurar
la vigencia de un orden justo, democrático y
participativo, en cumplimiento del mandato constitucional.
Invitamos
a participar a todas las personas, sin distingo partidista
ni ideológico, a conformar esta amplia CONFLUENCIA,
que exprese las distintas opiniones, esfuerzos, iniciativas
y acciones a favor de estos principios básicos.
Proponemos
iniciar esta CONFLUENCIA con dos campañas nacionales:
Una contra la guerra y el terrorismo y otra por la preservación
del proceso democrático iniciado con la Constitución
de 1991.
Las
principales líneas de acción que proponemos
para la construcción de la CONFLUENCIA, son:
Por
una democracia
- Donde
se desarrollen y fortalezcan las instituciones estatales
para proteger los derechos de la gente (Corte Constitucional,
tutela, Defensoría del Pueblo, Personerías,
etc.)
- Donde
se garantice la libertad de expresión y opinión
sin estigmatizaciones
- Donde
se preserve la civilidad frente a las tentaciones
autoritarias (sin poner en entredicho la separación
de los poderes públicos, sin facultades de
policía judicial a las fuerzas militares, con
una clara distinción entre civiles y combatientes,
sin extender el servicio militar obligatorio a las
mujeres y a los indígenas, sin arbitrariedad
en detenciones, allanamientos e interceptaciones de
comunicaciones, por ejemplo)
- Donde
se enfrente decididamente la discriminación,
tanto en los espacios públicos como privados
Sin
hambre
- Donde
se garantice la seguridad alimentaria de toda la población,
con protección del medio ambiente
- Donde
se garanticen también los demás derechos
básicos para la vida de cualquier persona (vivienda,
salud, educación, trabajo, tierra para los
campesinos, por lo menos)
- Donde
los esfuerzos estatales y sociales (incluidos los
empresariales) se concentren en promover el bienestar,
la distribución del ingreso y la superación
de la pobreza y de la exclusión social (a través
de impuestos justos, ampliación de derechos
laborales, pensión digna, ingreso básico
universal, entre otras medidas)
Y
En paz
- Sin
guerra, ni lucha armada ni terrorismo de ninguna procedencia
- Con
una firme acción de las autoridades para enfrentar
a todos los actores violentos, a favor de toda la
población, con un escrupuloso respeto de los
derechos humanos
- Donde
se promueva la solución política negociada
del conflicto armado con la participación activa
de los diversos sectores de la sociedad
- Donde
se busquen acuerdos humanitarios para proteger a la
población civil
- Donde
se construya la reconciliación sobre las bases
de la verdad, la justicia y la reparación.
Bogotá,
29 de abril de 2003
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