POR ANA TERESA BERNAL *

El asesinato de la hermana Martha Inés es un atentado al pueblo y a la paz.

La prenda ensangrentada de la hermana Martha Inés Vélez, que hoy hace parte de un improvisado altar en la granja donde cayó asesinada y donde albergaba a los desamparados de la población, no sólo es la evidencia de un repudiable crimen, sino un atentado contra el pueblo Soberano de Mogotes.

En diciembre de 1997, el Eln se tomó este municipio y secuestró al alcalde, con el fin de hacerle un juicio político. Inmediatamente, los habitantes se movilizaron y lograron, a través del diálogo, ejercer el derecho a juzgar la administración de su mandatario.

Una vez liberado, el alcalde regresó a su cargo y la comunidad, luego de evaluar su gestión, le revocó el mandato a través de una consulta popular. Es aquí donde cambia la historia política de este pueblo y nace la Asamblea Municipal Constituyente, la cual desarrolla un proceso participativo y autónomo de lucha por la paz, la soberanía y el desarrollo integral.

A partir de entonces, Mogotes se convirtió en el referente, símbolo y laboratorio de paz de los colombianos. Por esta razón, es que no podemos aceptar que se siga atentando contra un proceso que nos ha enseñado evolución en la democracia, donde lo público es público y en donde la vida persiste, para iniciar de nuevo y continuar. A pesar del abandono por parte del Estado y de los 30 años que llevan esperando la construcción de su carretera.

Los gobernantes deberían tener muy presente que la paz no solo se negocia en una mesa con actores armados, sino que tiene que ver también con el fortalecimiento y el apoyo a las comunidades que, a partir de autonomía, forjan su futuro.

El asesinato de la hermana Martha Inés duele en el corazón de los 40 ancianos que cuidada, de los niños abandonados que acogió en su granja, de los 13.300 mogotanos y en el de todos los que trabajamos por la paz de Colombia. Su crimen no se puede leer como un acto aislado de delincuencia común.

Convoco a los creadores del Premio Nacional de Paz, al Estado y a la comunidad internacional, para que fortalezcan y asuman este y todos los procesos de construcción ciudadana de paz.

* Presidenta nacional de Redepaz